Por: ANTONIO GUZMÁN LÓPEZ.
Cuentan los ancianos que en los primeros tiempos existió un bello ser llamado Bisíu; sentía todo lo que puede sentir un ser. Él como nosotros tenía el maravilloso poder de emitir sonidos y hablar. Fue uno de los primeros que habló de la necesidad de hacer una fiesta de regalos. Por eso, a insinuación de los habitantes, quedó de conseguir unas frutas llamadas simëo, unas frutas para la fiesta de regalos. Estas frutas se dan en el árbol llamado sëmeinë o de semë, también llamada moneda de cincuenta; es una fruta que tiene mucha manteca, y es un alimento que da pie al progreso de los instintos humanos (se come asado).
Los seres humanos, por haber ingerido la fruta moneda de cincuenta y haber sentido su efecto aprendieron de Bisíu, se convirtieron en sus discípulos, fueron su descendencia viviente que habitó en una parte de la tierra. Otros seres que aprendieron de Bisíu fueron: el venado, la danta y el cerdo de monte, animales lujuriosos que guardan parecido con los seres humanos. Todos ellos aprendieron el conocimiento que trajo la fruta del árbol de semë. Los otros también se aparearon en los verdes y profundos montes.
Bisíu producía sonidos como los del venado, la danta y el cerdo de monte; es por eso que desde entonces Bisíu habla el lenguaje del fértil monte; es por eso que la trompeta del Yuruparí suena en la actualidad dando esas voces.
BISÍU
1. Mamarógere igë bisíu aríyuhpe marí dohpáta aríyuhpe
2. Irá arípera dohpa bihsí yupë igë bisíu
3. ira vai mera aripera mera nome kemeri yuhpe, oá nyamaa mera
4. gamuyera nege mahara arikoma ira.
5. dahígë igë bisíu aríperera dohpa bihsí yupë.
6. igeta pooge arige poori sea yuhpe
7. sëmegëge igë méra mahara meríanyora pare
8. irogé poorí seanyorá iri paroríre péame diúu mërinyorá
9. irí semé ira peamé diodóge yurinyahayoro, poásériro váyoro
10. dahíge ige bisíu ige paarúge obíatu nuguka yuhp
11. Dahíge masá bége dohpa váyuhpe
12. dahira mahsápe gameúnyora ige bisíure ige paarúge obíatu do pere
BISÍU
1. Desde un comienzo existió Bisíu, él era como nosotros.
2. Como todos los animales, Bisíu tenía inclinaciones sexuales.
3. Bisíu deseaba al venado y a todos los animales que se aparean.
4. El acoplamiento dulce lo hacen los animales del monte.
5. Bisíu, amistoso, lo hizo dulcemente.
6. Fue Bisíu quien recolectó los frutos de semë para insinuar a jóvenes.
7. Se treparon los amigos de Bisíu (los adolescentes) en un árbol de semë.
8. Recogían las frutas del árbol, y las arrojaban.
9. Una vaina con una pepa madura fue a caerse en el fogón, y produjo un olor insinuante.
10. El olor agradable de la fruta en sacrificio impregnó de dulzura a Bisíu.
11. Así empezó la amistad de Bisíu con los animales del monte.
12. Fue convocado el Bisíu nuevamente por la gente que pedía más explicaciones porque
el daño aparente hacia los jóvenes fue sumamente grande.