viernes, 3 de agosto de 2007

VOTAR POR LA IMAGINACIÓN

Sergio A. Rubiano Romero
Universidad Distrital



Tal vez, la escasez de la imaginación poética dentro del marco educativo colombiano, no permite que la formación del ser humano sea integral. De esto surge la necesidad de abrir una propuesta educativa que ofrezca una toma de posición afirmativa hacia la imaginación, “Requerimos de una práctica de la imagen (imaginación) en la educación” [1], estas palabras del maestro Goyes Narváez describen lo que se podría considerar como una frase de “campaña”, pues se refiere a adoptar o asumir una postura abierta respecto a la realidad, porque la contemplación y apropiación de ésta debe ser un común denominador para que cumpla un papel de eje en el proceso educativo; se considera, entonces, la imagen como un punto de partida que genera la posibilidad de desarrollar o mejorar capacidades, actitudes y competencias, entre ellas, la lectura, la escritura y la oralidad, y, en este sentido, se considera el entorno diario como un libro abierto en donde cada página tiene algo que decir y dejar dentro de cada estudiante.

En las aulas, poca atención se les presta a los estudiantes y a sus mundos. Las instituciones escolares son como en la película “The wall”, industrias de la conformidad que buscan moldear seres que no vean más allá de sus narices; “Lo importante es reparar en la felicidad como camino, en la imaginación poética como práctica educativa” [2], la felicidad debe considerarse como un elemento terapéutico en el quehacer cotidiano de la escuela.

De allí la imperiosa necesidad de llevar a cabo una “campaña electoral” que promueva la elección de la imaginación poética... y aunque ha perdido en las elecciones anteriores (debido a misteriosas manos que se han encargado de difamar y restarle su verdadero valor), es necesario votar por ella, porque la imaginación trastoca el orden del “vigilar y el castigar” en la pedagogía. Sin embargo, en tiempo de elecciones la contienda se torna difícil, no sólo por las misteriosas manos, sino también por la poca conciencia y capacidad de comprensión que tienen los ciudadanos del saber, pues la misma acción del tirano ha degenerado el conocimiento de estos, nublándoles la visión y la posibilidad de ejercer una autonomía que debería existir desde siempre.

Pero, sin tener en cuenta las estadísticas favorables que muestran a los defensores de esta dictadura, se hace un llamado a todos y cada uno de los ciudadanos para que se froten los ojos, y, reconozcan (en esos juegos en el parque, en las travesuras de los descansos, en los paseos, en los amigos, en las mascotas y en los demás elementos que hicieron y hacen parte del entorno cotidiano en la vida de un muchacho) la posibilidad de asombrarse como un camino de liberación y conocimiento. Entonces, este pequeño texto se adhiere “al jefe de campaña” de la imaginación poética llamado Julio César Goyes Narváez, y le brinda su apoyo para intentar salir de tantos paradigmas-basura que han contaminado la educación y la escuela.


NOTAS


[1] GOYES NARVÁEZ, Julio César. “La imaginación poética. Afectos y efectos en la pedagogía, la estética y la cultura”. Revista “Ensayo y Error”. Año XII. No. 24. Caracas, 2003. p. 17.

[2] Ídem. p. 19.
Fotografía: Olga García Ortegón.

1 comentario:

Ensuncho De La Bárcena dijo...

Hola Andrés! Muchas gracias por tu comentario. De igual manera te retorno los saludos y destaco tu labor académica y literaria. Abrazos.

LIBROSELVA

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